De Todo Bastante

Compartir mis impresiones sobre lo que pasa a mi alrededor.Si alguna vez logro instalar una sonrisa, una emoción o contribuyo a sembrar o cosechar una idea, sentiré que este espacio se carga de sentido. Este blog no tiene posición política partidaria, al igual que su autor. Por lo tanto, se publicarán textos con cualquier orientación al respecto, siempre y cuando los considere de interés para compartir.

Nombre: JTONIG
Ubicación: Ciudad de Buenos Aires, Argentina

Jorge A. Jaurena Nacimiento: 23/11/1949 en Buenos Aires, Argentina.

1.9.07

Presentación de Cámara Profana

Magia. La poesía siempre es magia. El escenario vacío se fue llenando de duendes. Comenzaron a saltar desde la cabellera negrísima de Laura Klein –Musa prosódica a quien está dedicado el libro- que nos introdujo en Cámara Profana con ese lenguaje tan suyo que mas que decir, invita y desafía. La luz lunar del escenario despojado le arrancaba destellos de caoba a su pelo negrísimo mientras su voz -color de violoncello- me despertaba la ansiedad de conocer el mundo encerrado en esa cámara profana de Daniel Martucci. Luego, la aparición del autor, padre de esta criatura que yo nunca hubiera presentido. Padre-Madre convertido al mismo tiempo en macho -irguiendo su pipa hacia la ventana del oeste despidiendo chorros de espuma salvaje saludando al poniente- y en hembra de mil tetas pariendo una vez más (y van…) esos hijos concebidos en el útero rumiante de repetir los versos una y otra vez en el cerebro y la garganta. Fauno Martucci, encantado por su propia voz llenando el espacio en un recorrido siempre diferente. Y los espejos recurrentes –chinos o rusos- rompiéndose y reflejando millones de cosmos para luego reconstituirse en el árido paisaje de una luna de paisaje imposible pero cierto. Y el cuerpo y el placer que llega y se escabulle, acaricia y lastima, tanto como el hastío…y tantas cosas. La guitarra de Beno Martucci –por ejemplo- atravesando intermitente la luz azul con el ronroneo sideral del acero, y el piano de Eduardo Falenbok poniéndole cuerpo de madera, cobre y marfil al alma de los versos. La música, en fin, concubina irreemplazable cuando la palabra se decide a copular en público. Dolorosamente casi, se percibe el derroche de lo que no está escrito. En la inevitable destilación de lo producido por el poeta, se han quedado imágenes y palabras atrapadas quien sabe dónde. Tal vez, en la trama del papel donde los versos y los dibujos de Daniel nos dejan entrever un mundo más. Un mundo tan palpable, luminoso y oscuro como el de Cámara Profana, pero que no conoceremos nunca.