De Todo Bastante

Compartir mis impresiones sobre lo que pasa a mi alrededor.Si alguna vez logro instalar una sonrisa, una emoción o contribuyo a sembrar o cosechar una idea, sentiré que este espacio se carga de sentido. Este blog no tiene posición política partidaria, al igual que su autor. Por lo tanto, se publicarán textos con cualquier orientación al respecto, siempre y cuando los considere de interés para compartir.

Nombre: JTONIG
Ubicación: Ciudad de Buenos Aires, Argentina

Jorge A. Jaurena Nacimiento: 23/11/1949 en Buenos Aires, Argentina.

10.10.06

La igualdad (?) ante la ley

Ante todo gracias Maria por compartir este interesante artículo que me ha disparado algunas ideas que, a mi vez, comparto con quienes me leen.
Aprovecho para aclarar a quienes piensan de mi que soy un provocador -porque hoy polemizo con Blanco y mañana con Negro- que la provocación intelectual me parece la única provocación lícita, si es que enfrente hay otros que recogen el guante que uno arroja, y no otro. Por lo demás, a la hora de pensar no estoy casado con ni divorciado de nadie. Tengo ideas, no idologías. No milito en religiòn ni en política, porque la militancia es un cepo para pensar de nuevo, el tributo a un dogma -concepto absolutamente vacío de significado para mi- por el que, sin embargo, ha muerto y sigue muriendo mucha gente.
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Todo está muy bien. Las afirmaciones del Sr. Ayau Cordón, de quien recién ahora tengo noticias, son muy acertadas pero me temo que poco originales. Vengo escuchando estos y otros argumentos conocidos con los que el liberalismo trata de explicar por que debe respetarse el derecho de propiedad, aún cuando no se lo ponga en tela de juicio, como es mi caso. Desde Keynes -que formuló una teoría bastante mas benévola que las aplicadas por muchos de quienes le enmendaron la plana después- el liberalismo que en estos tiempos es la cara bonita que el conservadurismo muestra cuando disimula, está tratando de fundamentar la propiedad privada como principio y fin de todas las cosas. Por otro lado, no se han gastado menos energías por parte del llamado progresismo para fundamentar lo contrario, como si prácticas sociales tales como la solidaridad, pudieran imponerse a punta de bayoneta como se intentó hacer desde la órbita comunista con el resultado conocido: la URRSS implosionó –después de setenta años, claro- sobre el cúmulo de sus propias contradicciones y China, la sabia y anciana China, devino en un país capitalista más; al estilo chino, pero capitalista al fin. Por eso me pregunto si no será el momento de utilizar nuestras energías en producir un pensamiento nuevo, superador de parcialidades, donde la naturaleza humana -en su manifestación de deseo permanente de "tener" como impulsor de la potencia creativa- estuviera contemplada y la suerte de los perdedores del sistema lo estuviera también. ¿Cómo nos ocuparemos de estos últimos? ¿Arrojaremos pobres por los precipicios? ¿Aceptaremos que la pobreza de los padres sea la sentencia para los hijos, privados de salud, educación y alimentación adecuadas, modelo de vida digno de su condición de seres humanos habitantes de la sociedad contemporánea? ¿Dejaremos en tanto liberales que el estado -a traves de los funcionarios que lo usufructuan- decida por todos nosotros cómo paliar apenas el drama de la pobreza sin darle solución alguna? ¿Permitiremos -en tanto socialistas o comunistas- que nuevamente la propiedad efectiva de los bienes y la producción quede en manos de un grupo de burócratas de partido, mientras el pueblo debe conformarse con comer todos los días, estudiar y trabajar, resignando a cambio la libertad de pensar, opinar y crear? Creo que es mejor acordar que los pensadores fundamentales como Keynes y Marx ya hicieron lo suyo y que nos ha llegado el momento de recoger el guante. De verdad, sin repetir hasta el cansancio los mismos slogan que tan melodiosos suenan en oídos de unos y otros. Escribir millones de líneas repitiendo siempre lo mismo, degrada el valor de las ideas. Después de todo, no olvidemos que Marx pensó el capitalismo; el socialismo marxista -no confundir con las aberrantes prácticas posteriores- es un emergente de la conclusión de Marx de que los problemas del capitalismo que intentaba pensar y remediar, no tenían ni solución ni remedio en el ámbito del propio capitalismo. El problema no son el capitalismo o el comunismo en sí mismos, sino su praxis. Esa mala praxis política y social en la que unos y otros omiten reconocerse como simples medios para alcanzar soluciones para seres humanos concretos, para terminar pensándose como fines supremos en y por si mismos. En-si-misma-dos. Los seres humanos somos –o deberíamos ser- por definición, los destinatarios de todo bien. Si la mayoría está mal, lo que sea que se esté aplicando fracasó. Liberalismo y comunismo han fracasado; el populismo ha fracasado. Es hora de repensarse, de repensarnos. Cuando el capitalismo fue exitoso en brindar bienestar a las mayorías en los países a los que el Sr. Ayau Cordón alude, ha sido porque se ha atenuado con teorías político-económicas mas distribucionistas como la socialdemocracia. Esto me habilita a pensar que en estas cuestiones, como en todas las cuestiones fundamentales, la verdad jamás está de un solo lado. Igualdad ante la ley sería un concepto encomiable, si los perdedores del sistema liberal capitalista tuvieran oportunidad de intervenir en la génesis de las leyes; pero nunca vi legislar a los pobres, sino cuanto más, a un grupo de aprovechados que se dicen representantes de todos pero que responden únicamente a si mismos y a sus propios intereses particulares o de partido.
En la realidad, las leyes y la historia las escriben los exitosos, por lo tanto, reconocen siempre una parte de la realidad y sobre esa parcialidad, establecen la normativa. Dejemos descansar a los muchachos que ya hicieron lo suyo en los últimos dos siglos. No sigamos rumiando lo que tanto se ha masticado ya. Ahora nos toca a nosotros encontrar hierba fresca, ¿no? Jorge Jaurena Octubre 2006
El artículo al que aludo es “Igualdad de que” escrito por el ingeniero Manuel F. Ayau Cordón. Este y otros artículos de este y de otros autores relevantes, pueden encontrarse en el sitio web www.aipenet.com