De Todo Bastante

Compartir mis impresiones sobre lo que pasa a mi alrededor.Si alguna vez logro instalar una sonrisa, una emoción o contribuyo a sembrar o cosechar una idea, sentiré que este espacio se carga de sentido. Este blog no tiene posición política partidaria, al igual que su autor. Por lo tanto, se publicarán textos con cualquier orientación al respecto, siempre y cuando los considere de interés para compartir.

Nombre: JTONIG
Ubicación: Ciudad de Buenos Aires, Argentina

Jorge A. Jaurena Nacimiento: 23/11/1949 en Buenos Aires, Argentina.

3.1.07

Segunda Invocación de Cromañón

Mientras afuera el aire y el suelo ardían igual que hace dos años, el treinta de diciembre la temperatura, mi neurosis por las multitudes y mi molicie, me mantenían encerrado en mi casa, inmóvil, permanente espectador boquiabierto. Reconcentrado en mis pensamientos y en mis preguntas inútiles, continuaba ajeno al mundo que ocurría afuera; el mundo siempre ocurre afuera mientras yo, causalmente, estoy adentro. ¿Qué me preguntaba esta vez? Muchas eran las preguntas, todas en torno a ese acontecimiento catastrófico y criminal del que todavía la justicia no ha dado respuesta a los argentinos a quienes cada tanto, como quien no quiere la cosa pero la cosa ocurre, nos matan a los jóvenes. Igual que como nos matan a los niños, o al menos a sus neuronas, con el azote brutal del hambre inexplicable, inconcebible, inexcusable. Al igual que nos matan a los hombres, mujeres y ancian@s con el arma certera de la indignidad de la marginación, el analfabetismo y la falta de horizontes. Cuando el mundo es para unos pocos ya no es mundo: es páramo. Nuestra sociedad –o parte de ella- ahíta de consumo e indiferencia, contempla como Nerón el fuego y no se inmuta. Vemos como unos pocos se cargan a la espalda la responsabilidad de todos, pero seguimos teniendo calor, o frío; y seguimos acumulando kilos y pereza y en lugar de salir, nos encerramos y nos cercamos de aire... acondicionado. ¿Dónde habrá quedado todo lo que después de Cromañón no hemos vuelto a ver, a palpar, a oír? Tal vez haya un lugar suficientemente inmenso como para almacenar tanta juventud y tanta gana; tanto baile trunco y tanta risa; tanto futuro, tanto; y tanto no entender y tanto llanto; tanto prejuicio, tanto despilfarro. Incalificable despilfarro, de lo mas preciado y permanente; de lo mas inhallable y mas escaso; de lo mas inocente y necesario. Si alguien conoce el lugar que me lo diga. Tal vez un día pierda algunos kilos, la fiaca y el calor, y me deje llegar hasta el lugar donde se fueron, tantas vidas en flor, tanto deseo. El calor, amig@s mi@s me ha tenido, subsistiendo como una turbina espectorante. Por eso recién hoy, el dos de enero, he salido a lloriquear sin ser llamado. Porque este lloriqueo nada vale; el treinta de diciembre ya pasó, y yo estaba encerrado. El dolor se aloja en otra parte: amasijo de humo y fuego, indiferencia, sangre y media sombra. Me queda todavía el espectáculo. La TV, oportuna como nunca, nos mostrará “transformaciones” de los rostros devastados por el fuego y la canalla, capa de impunidad de funcionarios corruptos y cínicos sicarios. Todo se vende, todo se transforma. Todo a su tiempo y armoniosamente que en el verano el hastío va empujando. Todo a su tiempo y armoniosamente, manda mi general de rostro afable y sonrisa refulgente. Todo a su tiempo, menos la vergüenza.
Jorge Jaurena

Enero 2007